Nos queremos estrenar en el Blog hablandoos de un juego que todos conocemos, pero no todos sabemos sus beneficios.
El Tangram es un juego de origen chino muy antiguo y cuyo objetivo es formar siluetas de figuras con piezas.
Fue llamado “rompecabezas chino” y aporta grandes beneficios:
- Promueve el desarrollo de las capacidades psicomotrices e intelectuales.
- Facilita el aprendizaje de la geometría plana para niños
- Estimula la creatividad y contribuye a la formación de las ideas abstractas.
- Fomenta la orientación y estructuración espacial: aprender y relacionar unos objetos con otros en relación a la posición en la que están (arriba, abajo, izquierda y derecha).
- Desarrolla el conocimiento lógico-matemático: ayuda a realizar actividades relacionadas con ángulos, distancias, proporcionalidad, semejanza y movimientos.
- Permite entrenar la coordinación visomotora: coordinación ojo-mano.
- Mejora la atención: concentración y tiempos de atención sostenida para la realización de las figuras.
- Trabaja la percepción visual: interpretar y discriminar unos estímulos visuales de otros (diferentes figuras).
- Estimula la memoria visual: el niño debe observar el modelo y después reproducirlo poniendo a prueba y fomentando el desarrollo de la memorización.
- Entrena la percepción de figura y fondo: permite diferenciar entre la figura y la composición de sus partes.
El juego es muy sencillo:
Se trata de intentar reproducir la imagen que el propio juego nos aporta.
Hay muchas versiones de este juego, pero la que os presentamos hoy, de Janod, es a partir de 3 años.
Lo que nos gusta de ella es que además de tener como objetivo recomponer la escena que nos indica la tarjeta con ayuda de los imanes, en vez de una simple imagen,
nos encanta porque al finalizar, podremos recoger todas las piezas y dejarlas guardadas dentro del propio juego.
Un juego perfecto para llevar de viaje!